Derrotando la Impunidad

Así y sólo así es como vamos a derrotar definitivamente a los bolibananos. Fanfarronamente amenazó con freír las cabezas de los adecos, y resulta que no castigó a los buenos ni a los malos, ni a los propios ni a los ajenos. No castigó a los culpables de los desfalcos que lo eligieron, y tampoco castigó los desfalcos que le van a sacar del Gobierno. No descubrió a los culpables de ninguno de los asesinatos, ni de los achicharramientos, masacres, torturas, detenciones ilegítimas y los sufrimientos que han causado sus ideas, igual disparatadas como irresponsables.

No descubrió a ninguno de los que planificaron los muchísimos intentos de Gorilicidio que sus servicios de "inteligencia" lograron desarmar. Ninguno. Eso si, muchas son las excusas para maltratar a quienes cometen la hidalguía de oponerse al salvaje asalto a la civilización, el órden y la razón. Muchas las excusas para encerrarlos obviando de cualquier pretensión legal, y de humanidad, como ha demostrado penosas situaciones de sus presos políticos. Muchas las excusas para exilarlos y desterrarlos para tratar de evitar que sus críticas le maltraten esa mata de topoco que usa para colgar los lentes de sol.

Por supuesto, al bichejo bípedo todo esto le rueda
el es ignorante y mas le sirve el coco para colgar sombreritos pintorescos, que para rellenarlo
pero la ignorancia es osada, y peligrosa cuando se mezcla con patológicos complejos y un narcicismo exacerbado para sujeto tan panzón.

Te rodeaste de matones, y así te sentías fuerte
eras un Dios Resplandeciente que la gente aplaudía y sólo pocos chiflaban
hoy eres un hazmerreir planetario y tus compatriotas, nos avergonzamos de compartir una tierra que te vió parir en una hora maldita y desgraciada.

Ahora el Adonis comienza a perder sus atracciones
su paloma no resultó ser ni tan grande ni tan gruesa
aparentemente, era verdad aquello que la tenía igualita a la del nieto
y la estampida va a ser legendaria

Para derrotar a esa calaña que mentamos bolibanana, pero que tiene manifestaciones cubanas, brasileras, bolivianas argentinas y, aparentemente, nicaraguenses; para derrotarlos y acabar con ellos tenemos una responsabilidad histórica y una oportunidad que no se va a repetir. Toda transgresión a la ley debe ser castigada y los culpables deben ser investigados
perseguidos
atrapados
apresados
enjuiciados y
condenados.

Mire adonde nos llevó el perdoncito de Rafael Antonio. Nos responderán que se sofocó un follón y que nos ahorramos mucho sufrimiento; lo que sí sabemos es que el perdon soltó a un perro rabioso dentro del palacio impoluto de la honradez, que debemos recuperar para la cosa pública. Un perro rabioso que había cometido los delitos mas importantes: el asesinato y la traicion a la patria. No, de esos delitos se salvó en la tierra (porque la justicia divina es perfecta) porque Rafael Antonio consideró que debía perdonar a este felón miserable.

Los crímenes encontrarán a sus culpables. El verdugo bolibanano primero, y luego a su amo. Pero ambos serán castigados. El achicharramiento de Danilo conseguirá a la justicia, igual como se hará justicia con las Masacres (en órden alfabético, si fuera necesario). Muchos escaparán del patíbulo, sobre porque la sociedad que le juzga es mucho mas fuerte, orgullosa y moderna que la que él troglodita intentó imponer para esclavizar al pueblo y eternizar su presencia cada vez mas apestosa. Se descubrirá quién mató a Tottesaut, y quizá el suegro tenga que responder algunas preguntas incómodas. Descubriremos y castigaremos a aquellos que halaron los gatillos fatídicos que preceddieron a la rebelión de las cachifas militares que trataron de pintar de lucha revolucionaria y triunfo contra un golpe de estado sin culpables.

Porque no hay culpables de nada, sólo cómplices que los seremos todos, si la movilización que nos llevó a derrotarlo y sacarlo del poder no la usamos para seguirlo combatiendo hasta derrotarlos y vencer su resistencia. Porque vamos a castigarlos a todos. No vamos a olvidar que habían unos funcionarios al timón que son responsables de la mega-plasta, ni del incendio de la Torre Gemela caraqueña, ni los desplomes sucesivos de María Lionza, del Viaduto y de la Trochita. Vamos a ver cuanto dinero van a hacer ustedes vendiendo las franelitas rojas, rojitas, que hoy no tienen demanda. ¡Lambucios!

Y finalmente, recuerden que los que no la deban no la deben temer
por eso el miedo hoy tiene el mismo color de la plasta bolibanana
roja, rojita

BANDERA NEGRA


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bang!