ANIMALES

El título sería racista (o incluso hasta considerarse un insulto) si lo que vamos a referir fuera ejecutado por mamíferos bípedos de la especie Homo sapiens. No es el caso cuando nos enfrentamos a la despiadada actitud de las hienas hambrientas, de los cerdos regodeándose en un alegre pichaque de corrupción, nis perros bravos (que ladran y no muerden), ni gorilas dándose golpes en el pecho.

No nos imponen respeto borregos acorralados entre un cerro y una arepa, repitiéndo como autómatas eslóganes gastados - la necesidad tiene cara de perro (lambucios, hemos dicho, caracteriza al clientelismo imperial del mamotreto).

No nos dan miedo los torturadores y los verdugos - el dolor y la muerte redimen nuestra lucha, que es justa y necesaria, ellos sólo son verdaderos perros rabiosos y sedientos de sangre y venganza. Guau! Guau! Woof!

en resúmen...

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