Los bolivianos (incluyendo, por ahora, a los santacruceños) han visto con desagrado como se convoca una reunión de EMERGENCIA de esa organización acomplejada llamada alba, pero quizá deba llamarse OCASO para discutir el tema explosivo de Bolibia (versión bolibanana de Bolivia).
Aunque el tema bolibiano no quedó resuelto, los demás presidentes si lograron sacarle 100 millones de billetes verdes e imperiales al mueve-jeta. El viaje no se perdió para éstos presidentes aprovechadores que se asocian al mal y convierten a sus países en clientes del bolibananismo.
Evo, por otra parte, no dijo una sola palabra. El problema no es su dificultad para articular ideas en el idioma de sus amos coloniales: el español malandro y carcelero del Mofletudo; su problema es que sin el dinerillo o las fuerzas defensoras del nuevo imperialismo bolibanano, está perdido. Por mas coca que le trajera a su amo, por mas indio humilde que se presente, por mas que le hayan electo de manera democrática, Evito se encuentra al borde del abismo.
Si gana, quizá lo haga mediante la destrucción de la peor de las invenciones de Simón el Enano (Bolivia), y si pierde, quizá sea para preservar la integridad territorial de un país que no tiene manera de remontar su cualidad de país de tercera categoría, sin mar y sin futuro. Eventualmente, pareciera, volverá a convertirse en provincia de los países que le rodean. ¿Será ese el legado verdadero de Evo el Cocalero?
Por el momento, Evo se mantiene calladito.
Salud,
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