El comandante del comunismo cubano y dictador insufrible de proletarios y demás pobladores de Cuba se encuentra botando baba, incapaz de controlar los músculos de la cara. Hace rato que su cuerpo se alzó en rebeldía y cada vez son mas los órganos contra-revolucionarios. Dentro de poco, el caballo será no mas.
Baboseria pura es la ideología que ha atrasado al pueblo cubano 50 años y que los sometió primero a la indignidad de ser colonizados y utilizados al antojo de los soviéticos, y luego de bolibananos, justo cuando se acerca el momento en que la historia comenzará a investigarle, enjuiciarle y, como puede preverse,condenarle. Hoy Raúl, que es mas alcohólico y pragmático que su hermano, se convierte aceleradamente en un pitiyanqui y cuidado si firma un TLC con el Imperio. Es difícil saber lo que que hará el megalómano inculto que el caballo bautizó como su heredero ideológico, incapaz siquiera de establecer una dictadura pura y dura, pero que sin embargo se encuentra retozando en el pichaque electoral.
Imaginamos la risa de Adolfo y Stalin -dictadores serios- viendo como el mofletudo echa para adelante y para atrás. Un día le ofrece a los inversionistas gringos al país como si fuera una carajita, y de esta manera hiriendo sensibilidades muy contemporáneas y civilizadas como es el problema de la pornografía infantil y la pedofilia. Otro día sale disfrazado de Pinochet y hasta se pone a pasear en limosinas perezjimenistas. En otro día, sale disfrazado de Gaucho, o de indiecito cuando visita a el subordinado Evito.
Tambien el baboso gustaba disfrazarse para la ocasión, y hasta la barba le sirvió para esconder los aspectos mas reaccionarios del fascio tropical en que convirtió la perla del Caribe. Nunca tuvo menos valor la dignidad, ni fue menos digna la prostitución de menores como fue durante los años del castrismo. Le ganó a cualquier capacidad de prostituir gente que tuvieron tanto españoles como norteamericanos, los dos amos que se adueñaron de la isla antes de que fuera confiscada para el experimento social fracasado del siglo 20. Quizá con la muerte del baboso los cubanos se empiecen a enterar de las razones de la quiebra del comunismo soviético y, cuando vean los Macdonalds en Hanoi y en Pekín entiendan que de la ideología se quedan solo con el leninismo, mientras que desechan el marxismo.
Al final, como dicen, será la historia quien juzgue a estos personajes: a uno le llamamos el caballo baboso en 2009, y al otro, al muevejeta impenitente, debemos trabajar intensamente para lograr ponerle un pijama de rayas negras y blancas que le va a quedar muy mono...
salud,
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