Esquiroles

Ayer los esquiroles, los gandoleros del llenadero de Bajo Grande, se le están alzando a la nueva administración de PDVSA, ahora, el petroleo es tuyo. No les han pagado el bono que les prometieron para que rompieran la huelga de sus compañeros de PDVSA, la otra, la meritocrática.

Los esquiroles pagan un precio muy alto, a menudo la ruina, como el que le pega a su familia. Esa es la tragedia que se paga y por eso es que los trabajadores deben siempre respetar y apoyar el derecho a huelga. Es ese apoyo, no la patética demostración de unos cuantos camioneros cebando sus lipas de cerveza, mientras piden que les paguen sus treinta piezas de plata.

Ustedes se colocaron la boína, se pusieron a dar vueltas para que el Jefe pudiera enseñarlos al mundo, y así, cometieron ustedes el peor de los pecados. Hoy sois despreciables esquiroles y sus reivindicaciones sindicales nos valen a carato de parcha. Vayan a hablar con el Goriloro, que les reciba en sus oficinas con agradable aire acondicionado, y que les convite a un cafecito y a unas tortitas. Y él les resuelve el problema en menos de lo que se dice, Aló, Presidente. Allí tienes el teléfono.

De momento, te pido con el derecho que me da la Bicha, a que te dediques a hacer tu trabajo y, si cometes una falta, que te retires o seas despedido y seas sustituido por otro camionero que esté dispuesto a trabajar para hacer patria.

¿Me dices que el que no te paga es otro idiota, un gerente de cual o tal? pero aqui quien manda es el Goriloro, y allí tienes su teléfono.

¡BANG!