Este es el estilo de gobierno robolucionario. Mientras menos haya alrededor de la sopa menos caldo habrá que repartir. Y ya saben, sólo hay dos maneras o doblando la espalda y pelando las nalgas ante la sabiduria infinita del Goriloro, o nada: ¡que se vayan!
Y se pueden ir con la sonrisita o tirándose piedras. Eso lo decidirán las consistencias de los espinazos de los aliados políticos de la robolución.
Que se vayan! Porque no los necesita. Ellos se bastan con sus boínas, sus petrodólares, sus corruptelas y su ejercicio abusivo del poder. Algunos, profundamente pendejos, recuerdan que antes de las elecciones les declaraba amor y fidelidad eterna.
Ahora ya no los necesita, los puede tener a todos o a unos pocos. ¡Pa' eso sí hay reales! Y como la necesidad tiene cara e' perro, veremos qué son capaces de hacer los partidos de la alianza oficialista-reelecta.
¡Que se vayan! es la respuesta de un político que aprendió el arte a punta de coscorrones en un cuartel.
Y lo peor y, sin embargo, en el país de la robolución bolibanana -profundamente oportunista y lambucia- es que se fueron....
¿A quien sorprende?
Y si no lo crees, pincha acá y acá.
Seguiremos reportando sobre el colapso bolibanano...
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bang!
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