Levedad de unas heridas que causan la muerte

El despreciable José Vicente declara que los medios de comunicación dan demasiada importancia al caso de la Masacre en Kennedy. Este es el mismo sujeto que antes se desgarraba las vestiduras por la integridad física de los jóvenes y estudiantes que eran reprimidos, maltratados, heridos y asesinados por las fuerzas de seguridad del puntofijismo.

Hoy, el hecho de que unos 20 funcionarios policiales y militares hayan asesinado salvajemente a Leonardo, Erick y Edgar le parece un caliche, como decimos en criollo. Quizá, debido a la inminente presencia de delegados internacionales para el 16 Festival de la Juventud y los Estudiantes, el hecho de que nosotros nos hayamos interesados en este grave caso de violación de derechos humanos le parezca inconveniente, impertinente.

Igual Isaías, quien no es un simple poeta mediocre, sino el mismísimo fiscal general de la republiqueta bolibanana, quien habla de exageración y distorsión de la masacre. Es decir, que las heridas mortales son, según la versión del máximo representante del organismo que debería perseguir, enjuiciar y buscar la condena de los asesinos, nada mas que heridas leves, igual que las que acabaron con la vida de unos soldaditos en Fuerte Mara. Sólo por esta razón, Isaías deberia renunciar.

Quizá los militares y policías se lo han debido pensar mejor y esperar hasta después del festival para continuar con su política de represión de estudiantes y jóvenes. Quizá esta sea la oportunidad perfecta para que los delegados internacionales demuestren ser verdaderos activistas de las consignas y lemas que profesan y ya hayan decidido tomar acciones de protesta ante los desmanes constantes y permanentes del Estado venezolano en contra de jóvenes y estudiantes.

Quizá.

Quizá estarán conformes con disfrutar de las comodidades que le ofrezca el régimen asesino de estudiantes y así, desprestigien aun mas a un festival completamente desprestigiado.

¡Bienvenidos, delegados!

bang!