Bandera Negra

Fracaso educativo

Una de las promesas del Goriloro fue la de colocar la educación como la prioridad número uno de su gobierno. Después de 7 años en el poder, el fracaso en materia educativa es palpable y las debilidades que tanto criticó hoy se han profundizado hasta niveles que solo pueden llamarse bolibananos.

El primer fracaso es con respecto al nuevo pensum escolar. Aquí es donde son mas evidentes las deficiencias de los enanos mentales que tienen sobre sus hombros esta grave responsabilidad. Tratar de reescribir la historia venezolana a imagen y semejanza de la deficiente cultura del Goriloro ha resultado tarea ardua y fracasada. Hoy, los párvulos aprenden tremendas distorsiones que perpetúan los problemas que, como adultos, todos seguiremos sufriendo. Un pueblo incapaz de conocer su historia se verá condenado a repetirla, como estamos comprobando en la patética situación política que nos ha tocado vivir.

Otro fracaso ha sido el intento de controlar todas las facetas de la educación al estilo estalinista. El primer intento se vió frustrado porque encendió en la ciudadanía una ira combativa que representó la primera resistencia política a los bolibananos y el comienzo del tobogán por el que hoy se desliza el proyecto esclavizante de los bolibananos. Tuvieron que retroceder, pero no dejaron de tratar, mediante métodos indirectos (importación de expertos en lavado de cerebro cubanos, una supuesta campaña de alfabetización, etc.), de lograr el objetivo de diseñar un sistema que gradúe esclavos y no ciudadanos.

En cuanto a la dotación de las instalaciones educativas, esto es tan o mas deficiente que la situación hospitalaria. La gran diferencia es que, en vez de morir asfixiados, infectados o por falta de insumos médicos, los estudiantes venezolanos, en los ultimos 7 años, no han podido completar un solo ciclo educativo sin que haya paros, se les caigan los techos de las escuelas, se enfermen por cloacas rotas y un largo etcétera. Ningún joven ha completado a cabalidad el año escolar desde que se montaron en la olla los bolibananos.

El fracaso es tan evidente que los niveles culturales se han rebajado hasta los niveles del propio Goriloro, quien es producto, nada mas y nada menos, que de la Academia militar. ¡Y esto ya es decir bastante!

Sin embargo, una élite (entre la que se encuentran todos los hijos de los boligarcas), gracias a las grandes diferencias que siempre existieron (y que los bolibananos han profundizado hasta niveles medievales), ha continuado sus estudios en instituciones privadas y religiosas, con acceso a las herramientas mas modernas que tenemos a mano y compartiendo ideas en un ambiente crítico.

Esta es la unica esperanza que tenemos los venezolanos cuando sea necesario realizar el próximo relevo generacional.

Hoy, estamos hundidos en el fracaso educativo bolibanano, que vamos a cargar a cuestas hasta muy entrado el siglo 21.


bang!