Son muchas y muy diversas. La secretaria civil que hace comentarios en una fiesta. El familiar que se le suelta la lengua cuando se mete palos de más. El comandante de fuerzas que -descontento con una situación específica- revela alguna que otra corruptela.
De este cúmulo de comentarios los periodistas, políticos, enemigos del régimen e incluso algunos que aparentan ser amigos, retratan a un cuerpo que se encuentra al borde del abismo. Todos -desde el esbirro mas arrastrado hasta el "institucionalista" mas lambucio- conocen el sentimiento generalizado de la población. Sentimiento que se traduce en la posibilidad cierta de la desaparición inminente de las fuerzas armadas, o al menos de una reforma profunda, tan profunda, que ni los propios coroneles y generales puedan reconocer la fuerza en donde han desarrollado su vida profesional y en la cual han depositado sus anhelos.
Los uniformados saben que caminan en la cuerda floja. Muchos de ellos han caído en esta lucha. Muchas equivocaciones se han visto neutralizadas por el hecho de que quienes las han cometido son -al mismo tiempo- cómplices de los crímenes atroces de los que el régimen los quisiera acusar.
El ejemplo perfecto de lo que decimos son los hechos del 11 de abril. Estos son eventos en los que el gobierno no ha podido -ni querido- profundizar. De hacerlo, tendría que interrogar al Pato Lucas, cuyas declaraciones precipitaron los acontecimientos y pusieron al Goriloro en la incómoda circunstancia de ser grabado en sus calzones verde oliva y de abrazarse lloroso a la sotana del cardenal temiendo por su vida. Sin una explicación coherente de la actitud del Pato Lucas, pero también de Frijolito (quien terminó de quitarse la careta cuando aceptó un cargo diplomático de los bolibananos), siempre quedará la duda. Todos sabemos que la jsuticia tarda, pero llega y que la justicia divina es perfecta.
Otro ejemplo es el hecho de que los militares responsables del achicharramiento de Fuerte Mara hayan sido premiados con sendos ascensos. Y también es ejemplo de esta situación el hecho de que si hay un sector bolibanano en el que los secretos son constantemente conocidos por la población, es el castrense.
Aun cuando nunca tuvieron tanta influencia en la política -y en la corrupción- nunca antes tenían las manos atadas para influenciar la resolución de la actual crisis política. Los militares culpan de esta situación al Goriloro, y tienen razón. Fue la manipulación de los militares y su uso en funciones alejadas de la actividad militar, lo que crea el total y radical rechazo a las cachuchas, las botas y las charreteras. Hasta el 11 de abril, una rebelión militar hubiera podido sacar de en medio al molesto Tribilín y recuperar de manera plena, el poder que perdieron el 23 de enero de 1958. Hoy esto, necesariamente, se traduciría en una dictadura sangrienta y represora de manera masiva, porque masivo es el rechazo fundamental de la población a los castrenses. Ningún militar, por mas ambicioso que éste sea, estaría dispuesto a ser recordado -y enjuiciado- como el "Carnicero de Bárbula."
Lo bueno de todo esto es que esta es la primera vez en nuestra desdichada historia, que queda en manos del pueblo resolver la situación. Y solo por esta razón la victoria inevitable del pueblo será dulce y las consecuencias mucho mas profundas que cualquier otro proceso político que hemos vivido hasta ahora.
Porque la victoria es inexorable.
Quizá no todo sea malo del régimen bolibanano.
Después de todo.
bang!
jueves, abril 27, 2006
Las Fuentes Militares
Escrito por Bandera Negra a las 2:00 p. m.
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2 Derecho de Réplica:
TODOS LOS QUE HACEMOS RESISTENCIA A ESTE GOBIERNO, QUE SOMOS DE LA OPOSICION, TENEMOS QUE DECARGAR ESTE PROGRAMA. ES EXCELENTE.
DESCARGALO Y RIEGA LA VOZ, QUE LO TENGAN TODOS
www.eltato.com
La lista de El Tato, significa la Lista de Tascón al revés...
con la lista que pretendieron esclavizarnos nos vamos a liberar...
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