Normalmente, los venezolanos y venezolanas nativas de las costas centrales, celebramos las fiestas patronales tocando tambores. Hoy suenan tambores que tenían mucho tiempo sin escucharse: los tambores de la guerra.
1. Al principio de la interferencia bolibanana en los asuntos de seguridad interna colombianos, nosotros dijimos que, a lo mejor la entrega de los secuestrados tendría un costo superior al que estaríamos dispuestos a pagar de haberlo sabido antes.
Ahora estamos empezando a vislumbrar cual será el costo. Empezaron a sonar los tambores de guerra, y Colombia, ante la amenaza, hizo lo apropiado y se unió en torno al líder. Nosotros, en cambio, estamos evaluando los gastos que nos va a significar a un pueblo cuyo gobierno no satisface ninguna de sus necesidades básicas. Además de regalar dinero, ahora nos vamos a lanzar a una guerra colombo-venezolana a un costo alto en cobre, pero también en vidas humanas. ¿Cuáles aliados van a enviar tropas regulares para apoyar nuestro esfuerzo contra Colombia? ¿Serán capaces Nicaragua y Bolivia enviar tropas para matar colombianos en Colombia?
Dios agarre confesado a los militares que decidan someterse al mando genial del mueve-jeta.
2. Desde la victoria del pueblo, el 2 de diciembre de 2007, las fuerzas revolucionarias se vieron en la incómoda posición de oficialismo inepto, corrupto, ineficaz y forajido. La guerra lo presenta como firme defensor de los principios nacionalistas, pero el país se encuentra tan roto, que no es posible pensar en una guerra, cuando el país se encuentra al borde de la guerra civil.
Nosotros hemos pasado a importar el 90 por ciento de lo que comemos, destruyendo -inmisericorde- la producción nacional. ¿Acaso cree el Goriloro que el petróleo a 100 dólares el barril da para alimentar a los aliados? En Cuba, por ejemplo, se están comiendo un cable. ¿Por qué no alimentamos a los cubanos y tampoco, al menos adecuadamente, a los venezolanos?
¿De qué estás hablando, mofletudo?
Tu ejército es incapaz de volar un puente (viaducto número uno), deja abandonados a sus hombres en países extranjeros (repelidos a pedradas, además, como es el vergonzoso caso de la valija boliviana), que grita orgulloso y fanático el lema: patria, socialismo, o muerte!
Muerte tendrán a montones, si siguen a su jefe alucinado. Nos preguntamos que pensará de los escenarios de guerra el alto mando militar bolibanano. ¿Aumentarán los impuestos ¿subirá la gasolina? ¿Será el fuerte suficientemente fuerte?
3. Declaramos la paz. Si, y cuando tomemos el poder, declaramos la paz a todas las guerras y enfrentamientos a que nos haya sometido el fracasado y alucinado liderazgo bolibanano. Ellos nos declararon una guerra en 1992, y nosotros hemos decidido acabarlos. Hasta ahora no han podido con nosotras.
El sólo es dictador en Palacio, fuera es otro gobernante tóxico. No es dictador no porque no haya querido, sino porque no ha podido. El 2008 es importante, porque despierta en Venezuela la esperanza de una victoria suprema sobre las fuerzas del mal, bien identificadas con el militarismo y el socialismo. Al mismo tiempo vamos a derrotar a dos pajarotes: fascismo y socialismo.
Esa es la lucha que enfrentamos en Venezuela. Y el pueblo sigue de pie después de agotadores 9 años de batallas. Pareciera que cambió la dirección de la marea roja (rojita).
salud,
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Nunca dudamos de nuestra victoria
1 Derecho de Réplica:
Que habrá tras la valija que tanto se hace por esconder?
Soy de tu misma opinión, a donde quiere llevarnos este loco
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